domingo, octubre 22, 2006

Ella

Ella tenía tantas palabras atropelladas en la boca, que era imposible escuchar sonido alguno, pero si vi claramente como su boca y sus ojos luchaban con armas verdaderas por tratar de comunicar esos deseos que le removían la poca alma que le quedaba.

Siento lastima por ella…

Todos los días abriendo y cerrando puertas, todos los fines de semana tratando de volar los mas alto posible solo para no ver la realidad que la atormenta a diario, todas las conversaciones silenciosas que esta obligada a escuchar, todas las tardes tratando de negar su única verdad, todas las tardes que le dan la sensación de playa piensa en el hombre (con nombre y apellido) que ella cree que la hará feliz, piensa en ese hombre al cual ella quiere hacer feliz y inventa una historia (siempre es una diferente) en la cual se casan viven en un pequeño pero hermoso departamento, en el forman su hogar y abrazada a su pecho concilia el sueño hasta a la mañana siguiente, en donde al abrir los ojos y observar su cuarto medio moribundo se acuerda de que todo no era mas que una mentira y todas las noches que son comunes y corrientes se aferra a su almohada y llena su pieza de gente querida para rebalsar el vacío y sentirse segura.

Algo de cariño siento por ella.

Es mujer en cuerpo y alma, una pobre soñadora de mentiras, una ilusión visible, inaudible, casi permanente, es una experta en el trafico de fe, es un todo confundido de nada, con historias sabrosas de pasados oscuros, con cariño de sobra y amor que le falta, es una simple visión de un laberinto hecho desierto, es una vaga impresión de los que significa estar vivos, es todo lo que uno no debería ser.

En este momento no observo a nadie más que a ella…