domingo, diciembre 18, 2005

:)


COOOOOOOTE!
te quiero mucho!
"Quien salva la vida de un hombre, salva al mundo entero"

jueves, diciembre 15, 2005

la vida en una micro 2


Los dos nos miramos consoladoramente, luego nuestras miradas se dirigieron a la calle en donde ellas o yo caminábamos, levante mi mano, hice un gesto de despedida. ¿Por q no las abrasé?
¿Por qué no les dije que las quería? Creo que fue por q todavía no lo sabía
¿Cómo saber realmente lo q uno siente?
¿Cómo se distinguen esas cosas q surgen desde dentro?
¿Cómo poder expresarles lo que no sabía que sentía?
¿Cómo hacer que entendieran lo que yo no entendía?

El chofer cerró sus puertas y avanzamos durante algunas horas con rumbo fijo. Le pregunte como unas 15 veces que hacia donde nos dirigíamos pero el no esbozó ni media palabra, así q preferí callar antes de gastar el aire que me quedaba en un pregunta q el no me respondería.
Luego que el tiempo pasó y el silencio nos inundaba, distinguí a lo lejos un lugar muy diferente de todos los otros en los que había estado, el se detuvo, abrió lentamente las puertas delanteras, extendió su mano, haciendo un signo de que ahí debía bajarme, tomé mis maletas, no quise decir nada para no quebrarme en llanto, así q llegue a la puerta que en esos entonces media como tres metros. (Algo que causaba impresión por supuesto) Entré, no entendía nada de lo que hablaban, parece que era otro idioma
-¿tenía que aprenderlo?
-Si, claro que si, ¿si no como me iban a entender?

No conozco el infierno pero por lo que me han contado creo que ese lugar era su copia barata, era quemarse continuamente en ese fuego de angustia q ahoga tanto, el tiempo pasó y decidí salir de esa jaula que no era mía, que intente q lo fuera pero como muchas veces en mi vida fue “intento fallido”

No se como pasó tan rápido el tiempo pero un día decidí ir a mi pieza, ordenar todas mis cosas, (que por algún motivo habían aumentado desde la ultima vez que las vi) meterlas de vuelta a mi maleta, bajé corriendo las escaleras, seguí corriendo por los pasillos, llegué a la puerta, esa misma puerta que un día me recibió, pero ahora ya no era tan alta, su magnitud ya no me impresionaba, esta para mi media ahora solo un metro, respire profundo y salí. Quería encontrar un taxi que me llevara a un lugar perdido y olvidado que solo yo conocía, ese era mi hogar.
Me detuve en la esquina que se encontraba rodeada de espinas y tuve deseos de voltear, pero mi orgullo me lo prohibió, miré hacia la izquierda, luego a la derecha, todo estaba desolado y al fijar mi vista en la calle de el frente descubrí un recuerdo, MI MICRO (puedo llamarla así por que fui yo quien la habitó primero) me dirigí hacia ella y mi amigo me miro, sonrió y dijo: así que solo te demoraste 8 años en volver. Me senté pero esta ves lo hice justo a su lado.